Depresión
La depresión puede afectarnos a cualquier edad. Este trastorno afectivo o del estado de ánimo puede manifestarse con síntomas psíquicos (desinterés, tristeza constante, disminución de la autoestima, irritabilidad, sentimientos de culpa, dificultad para concentrarse, incapacidad para disfrutar de las cosas-anhedonia-, abatimiento….), con síntomas somáticos (pérdida del apetito, disminución del peso corporal, astenia, alteraciones del sueño…) y también con cambios en la conducta, como el retraimiento y abandono de actividades.
Los trastornos depresivos pueden estar acompañados de ansiedad.
Aunque todos nosotros podemos tener episodios de este tipo a lo largo de nuestra vida como consecuencia de ciertos sucesos (muerte de un ser querido, separaciones, pérdidas, etc) cuando no se resuelven y se mantienen en el tiempo, ha llegado el momento de buscar ayuda.
Por ejemplo, ante la muerte de un ser querido, todos atravesamos un proceso de duelo, que con el tiempo y aunque le sigamos llevando en nuestro corazón, se resuelve. Pero a veces esto no es así y pasado un tiempo, el duelo, que ya no sería tal, continúa en forma más dolorosa, si cabe y es como sí nos instalásemos en un estado depresivo permanente. ¿Qué es lo que ha ocurrido? Una posible razón, es que la persona lleve consigo, olvidado en su subconsciente, el trauma del abandono, por ejemplo y al vivir la experiencia de la muerte de alguien cercano y querido se reactivé ese daño, que aunque no recordaba, esta ahí. Cuando digo el trauma del abandono, no quiere decir que a esa persona de niño lo abandonasen literalmente, si no que en algún momento de su más tierna infancia sintió abandono, aunque no coincida con la verdad objetiva, con el hecho de ser abandonado físicamente.
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